En los últimos años, la gestión de la salud ha experimentado un punto de inflexión gracias a la revolución digital. Las aplicaciones de la tecnología digital, tanto actuales como las que se desarrollarán en el futuro, están contribuyendo a materializar un enfoque integral de la salud.
Estamos siendo testigos de un crecimiento significativo en el uso de recursos avanzados y disruptivos en la atención sanitaria. Tecnologías como la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático (ML), el Internet de las cosas (IoT) y el procesamiento en el borde (edge computing) han redefinido el paradigma de la atención médica. Estas innovaciones han transformado los modelos de atención, revolucionado la creación de tratamientos, optimizado el análisis de pruebas médicas, perfeccionado los procesos de diagnóstico y potenciando la gestión de empresas y contratos en el sector de la salud.
A pesar de que los profesionales de la salud, médicos, administradores y gerentes, interactúan diariamente con tecnologías digitales avanzadas a través de dispositivos móviles y tabletas, la formación en la aplicación de la tecnología digital en el ámbito sanitario requiere un esfuerzo constante debido a la evolución tecnológica.
Sabemos que un médico utiliza su smartphone en una situación de urgencia, pero ¿tiene conocimientos sobre cómo se estructura la información en un sistema de historia clínica electrónica? ¿comprende los principios fundamentales de un algoritmo de apoyo a las decisiones clínicas? ¿conoce los beneficios y riesgos asociados con la mayor digitalización de su centro de salud?
Vamos a repasar los retos a los que se enfrenta la práctica médica y su repercusión, no necesariamente negativa, en el paciente.
Retos de la Salud Digital
Telemedicina: La telemedicina, impulsada por conexiones de alta velocidad y videoconferencias, ha ampliado el acceso a la atención médica, involucrando a más personas y mejorando el seguimiento de casos. Este fenómeno, que creció durante la pandemia, se consolida como una práctica cada vez más común.
Virtualización: Los hospitales virtuales emergen como una tendencia que acelera la atención al paciente, aliviando la ocupación de camas en hospitales. Pacientes en casa, conectados a dispositivos y sensores, son monitoreados en línea por equipos médicos en salas de control digitales en hospitales reales.
Diagnóstico y tratamiento: Se espera que tecnologías respaldadas por inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático realicen análisis inteligentes de imágenes, reconocimiento de patrones en exámenes médicos, aceleración en la investigación de nuevos medicamentos, evaluaciones en favor de tratamientos personalizados y una gestión más eficiente.
Supervisión a distancia: A partir de este año y durante la próxima década, se espera que la adopción de dispositivos conectados a la red para la transmisión en tiempo real de datos clínicos de pacientes, ya sea en entornos hospitalarios o en el hogar del paciente, experimente un crecimiento significativo.
El código deontológico de la profesión médica abarca esta transformación y garantiza que, incluso en un entorno digital, la relación médico-paciente sigue siendo sagrada. Es esencial comunicar a los pacientes que esta evolución es una ventaja y no una amenaza para su atención médica.
La salud digital se erige como un faro de esperanza para una atención médica más eficaz, centrada en el paciente y accesible para todos.
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