El Simposio de Revisiones en Cáncer celebró el inicio de su XXV edición este miércoles en Madrid con un acto inaugural en el que participaron la mayoría de los coordinadores científicos del encuentro. La cita clave de la oncología médica, que cuenta con más de 900 inscritos, celebra hasta el próximo sábado su 25 aniversario de manera 100% presencial.
Los coordinadores de este encuentro son los doctores Eduardo Díaz-Rubio, de la Universidad Complutense de Madrid (UCM); Enrique Aranda Aguilar, del Hospital Reina Sofía de Córdoba; Enrique Grande Pulido, del MD Anderson Cancer Center de Madrid; Ana Lluch Hernández, del Hospital Clínico de Valencia; Pedro Pérez Segura, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, y Mariano Provencio Pulla, del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda de Madrid. Todos ellos protagonizaron el acto inaugural del encuentro.
El Dr. Díaz-Rubio fue el encargado de presentar a todos los coordinadores y agradecer que hagan posible un año más el encuentro: “Es un simposio muy consolidado, esperábamos esta presencialidad después de dos años de pandemia”. Por su parte, el Dr. Pedro Pérez Segura reconoció que “es una alegría enorme vernos a todos aquí. Tenemos 83 ponentes de máximo nivel”. Tras dar paso a un vídeo conmemorativo de grandes profesionales de la Oncología agradeciendo al profesor Díaz-Rubio su andadura junto al Simposio, llegó el turno del Dr. Mariano Provencio: “25 años son muchos años y después de la pandemia parecía difícil llenar las salas. Estamos muy contentos”. Tras él habló el Dr. Enrique Grande, que destacó: “Es de mucho mérito que Revisiones en Cáncer continúe siendo tan referente en el ámbito de la oncología”. Por último, el Dr. Enrique Aranda recordó que lleva “25 años aquí y es un orgullo. Me ha servido muchísimo en mi carrera profesional”.
En la primera sesión se abordaron los tumores urológicos con especial atención a los numerosos avances que se han producido en este campo en el último año, tanto en cáncer de próstata como en cáncer de riñón o tumores uroteliales. La llegada de nuevos tratamientos eficaces a diferentes escenarios aportan más opciones terapéuticas a los oncólogos para ofrecer a sus pacientes. En eso se enfocaron muchas de las presentaciones de esta primera jornada de Revisiones en Cáncer
En este contexto, el Dr. Álvaro Pinto Marín, del Hospital Universitario La Paz de Madrid, habló sobre cómo está cambiando en Enfortumab vetodina la vida de los pacientes con tumores uroteliales metastásicos. Se trata del primer fármaco que demuestra un impacto en supervivencia global en estos pacientes que han recibido previamente quimioterapia basada en platino e inmunoterapia. “Hasta el momento no disponíamos de evidencia sólida para ofrecer ningún tratamiento a estos pacientes. Enfortumab se ha convertido en un nuevo estándar en esta situación. Además, incorpora un nuevo mecanismo de acción en este tipo de tumor, los conocidos como ADCs (antibody drug conjugates), un campo en el que el volumen de investigación que se está llevando a cabo es muy importante. Esperemos que siga ofreciéndonos alternativas terapéuticas eficaces en los próximos años”, explicó.
Esta sesión se completó con las ponencias de los Dres. Guillermo de Velasco e Ignacio Durán Martínez, que se centraron en el nuevo paradigma en el tratamiento de la adyuvancia en cáncer renal y en el cambio del de carcinoma urotelial músculo invasivo, respectivamente.
Cáncer de próstata
La segunda sesión del Simposio comenzó con la ponencia del Dr. Alejo Rodríguez-Vida Rodríguez, del Hospital del Mar en Barcelona. En su exposición destacó que uno de los principales avances en cáncer de próstata metastásico estos últimos años ha sido la intensificación del tratamiento de los pacientes en primera línea de enfermedad metastásica hormono-sensible, ya sea en forma de doblete, combinando terapia de deprivación androgénica con un agente hormonale de nueva generación o en forma de triplete, añadiendo además un agente quimioterápico como docetaxel.
“De entre las distintas opciones terapéuticas que disponemos actualmente en esta situación clínica, enzalutamida, un inhibidor del receptor androgénico de nueva generación, ha demostrado aumentar la supervivencia global de los pacientes con cáncer de próstata metastásicos hormono-sensibles”, precisó. Además, describió que atrasa la progresión de la enfermedad, la necesidad de otras terapias antineoplásicas y la aparición de complicaciones óseas. Todo ello con un buen perfil de tolerabilidad y sin empeorar la calidad de vida de los pacientes.
Por su parte, el Dr. Joan Carles Galcerán, del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Bacelona, habló en su intervención sobre teragnosis en el cáncer de próstata avanzado. Su ponencia se puede resumir en la siguiente idea: conseguir tratar todo lo que somos capaces de visualizar mediante pruebas radiológicas más sensibles como es el PEC TC.
“Se trata de un tratamiento bien tolerado, mediante un anticuerpo ligado a una molécula emisora beta que se deposita en las células que expresan el antígeno. Por lo tanto se trata de una terapia dirigida a aquellas células malignas que están distribuidas en toda la economía del cuerpo del enfermo”, dijo el Dr. Carles.
Esta sesión se completó con las ponencias de la Dra. María José Fita, del Instituto Valenciano de Oncología – IVO, sobre el manejo del cáncer de próstata hormosensible metastásico; y del Dr. David Lorente Estellés, del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón, acerca de la llegada de los iPARP como revolución en el abordaje de este tipo de tumor.
Cáncer de pulmón
Las últimas sesiones de la jornada se dedicaron al cáncer de pulmón. Una de las primeras ponencias en esta parte del Simposio la protagonizó el Dr. Ignacio Gil Bazo, del Instituto Valenciano de Oncología – IVO, con su ponencia en la que se analizó cómo los tratamientos avanzan hacia la máxima personalización en cáncer de pulmón no microcítico (CPNM).
“Los pacientes con carcinoma no microcítico de pulmón y presencia de inserciones en el exón 20 de EGFR hasta muy recientemente no han tenido posibilidad de recibir un tratamiento dirigido que de forma significativa mejorara su supervivencia libre de progresión ni global. Con frecuencia además, esta alteración molecular confiere un menor beneficio de los tratamientos estándar en primera línea y en concreto no parecen ser candidatos idóneos para la inhibición de PD-1/PD-L1 lo que les confiere un peor pronóstico de forma global”, explicó.
En estos momentos, el desarrollo de Amivantamab, anticuerpo biespecífico frente a EGFR y MET, se encuentra aprobado por las agencias del medicamento estadounidense y europea (FDA y EMA, en sus siglas en inglés) para su uso en este perfil de pacientes tras fallo al tratamiento de quimioterapia basado en platino.” Los resultados del estudio CHRYSALIS demostraron una tasa de respuestas del 40% con una mediana de duración de la respuesta de más de un año (11,1 meses) y una supervivencia libre de progresión de 8,3 meses, con un perfil de toxicidad manejable. Estos resultados han cambiado el tratamiento estándar de estos pacientes tras fallo a quimioterapia basada en platino. En estos momentos, el gran reto consiste en poder diagnosticar este tipo de mutaciones en nuestros pacientes con CPNM”, concluyó el Dr. Gil.
En la última sesión de la jornada titulada ‘Cáncer de pulmón – sin diana terapéutica”, el Dr. Jesús Corral Jaime, del Hospital Universitario de Jerez de la Frontera, habló sobre Cemiplimab, que se presenta como una nueva alternativa de tratamiento de inmunoterapia para la primera línea de pacientes con CNMP (ambas histologías) localmente avanzado no candidatos a recibir quimiorradioterapia radical y/o metastásico, con alta expresión de PD-L1 (>=50%) y sin presencia de alteraciones genómicas en EGFR, ALK y/o ROS-1. “En el estudio EMPOWER-Lung 1 se compara con quimioterapia basada en doblete de platino demostrando mejor tasa de respuesta, duración de la misma, supervivencia libre de progresión y supervivencia global para la inmunoterapia, con mejor perfil de toxicidad e impacto positivo para la calidad de vida de los pacientes”, afirmó este especialista.
La inmunoterapia con Cemiplimab consigue, tras 3 años de seguimiento en los últimos datos actualizados durante el Congreso Europeo de Oncología Médica (ESMO) 2022, un beneficio en supervivencia global de magnitud 26.1 meses de mediana versus 13.3 meses para la quimioterapia.
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